Ermita St. Antonio-Fraguerau-Cingles de Ventadors-Grau del Llop

 

5 de Marzo del 2011


Llegamos a la ermita de St. Antonio ( Ulldemolins ), casi a las once; al principio hacía sol pero pronto se nubló y estuvo así casi todo el día, pero al no hacer aire, no hacía demasiado frío.


Aparcamos frente a la ermita y tomamos el camino del congost de Fraguerau. Lo recorremos hasta pasar el desvío de la ermita de St. Bartomeu, la cual pasamos de largo puesto que ya la conocemos de otras ocasiones.

Tomamos un camino a la izquierda y es donde empieza verdaderamente la dificultat, la subida tiene bastante desnivel, suerte que va haciendo eses y no lo parece.

 

Cuando parecía que ya habíamos llegado encontramos la cresta dels Ventadors por la que tenemos que subir, eso si disfrutando de un magnífico espectáculo visual.

Tenemos que andar con cuidado, ya que si resbalas puede que no lo cuentes.

Cuando acaba la cresta pasamos al otro lado por entre dos rocas.

 Ahora estamos en el lado del barranc dels Pélecs.

 Vemos frente a nosotros la Roca Falconera de Baix y el Molló Alt entre otros

Pasamos por el turó dels Pins Carresers y decidimos subir para contemplar el paisaje desde allí, de paso aprovechamos para comer.

Retornamos al camino que va al Pí de la Carabasseta pero pronto encontramos el Grau del Llop por el que bajamos.

Se hace bastante dificultosa la bajada porque hay nieve y tenemos que ir con cuidado para no resbalar.

Este grau es bastante largo y empinado, pero esto le da un valor añadido a la ruta, pues la hace más divertida.

Una vez pasado el primer tramo el camino se hace menos peligroso, vamos bajando y llegamos a una especie de placeta totalmente cubierta de nieve y aprovechamos para hacer unas fotos, disfrutando como niños.

Sobre las cuatro regresamos a la ermita de St. Antonio.

La ruta nos a parecido mucho más divertida e interesante de lo que pensamos a priori.

Cadaqués - Cap de Creus

12 de Marzo del 2011

Nos levantamos a las siete, y estaba lloviendo, pero eso ya lo sabíamos porque el servicio meteorológico lo había anunciado. Pero pensamos que quizás amainaría la lluvía durante el día, pero eso no sucedió y estuvo siempre lloviendo lo cual deslució mucho esta magnífica ruta.



Dejamos el coche en Port Lligat y después de hacer las fotos de rigor frente a la casa de Dalí emprendemos la marcha. Menos mal que venimos provistos de chubasqueros.

Además de la lluvia hacía una fuerte y desagradable tramontana.

Vamos bordeando la costa todo el rato y así disfrutamos de las bonitas calas que encontramos durante todo el recorrido.

Después de media hora apróximadamente llegamos a Cala Jonquet. Para acceder a ella hemos tenido que bajar por una zona rocosa, lo cual para Salva y Rosa (mi hermano y mi cuñada ) que nos acompañan hoy ha sido algo complicado.



Tenemos que tener cuidado, porque las rocas resbalan mucho al estar mojadas por la incesante lluvia. Tengo que decir a favor de Salva y Rosa que a pesar de no estar acostumbrados lo están llevando bastante bién.

Paramos a desayunar algo, parapetados en una cavidad junto a una cala, después seguimos caminando.

Está el mar realmente embravecido, hay unas enormes olas y ahora las gotas de lluvia a causa de fuerte viento cuando te dan en la cara te hacen daño.

Llegamos al cruce donde dejamos Cala Guillola a la derecha, y cogemos un sendero bordeado por un muro de piedra a cada lado de éste.

Poco más terde dejamos a la derecha Cala Sant Lluis.

Ya podemos ver el faro de Cap de Creus, aunque todavía lejano.

Cada vez arrecia más el temporal de lluvia y viento, y estamos calados hasta los huesos, ya que llevamos varias horas caminando.

  

Llegamos a Cala S´infern la cual nos ofrece un espectáculo grandioso, pues entraban las olas con una fuerza tremenda, y se estrellaban contra las rocas salpicando hasta arriba del acantilado.

Seguimos bordeando el Cabo y subimos al faro. Estamos muy poco tiempo, hacía un aire insufrible y no exagero.

La vuelta la hacemos por el mismo camino de ida.

Lástima que el tiempo no haya acompañado. Pero algo hemos aprendido; que hay que tener paciencia y saber esperar, pues el Cap de Creus siempre va a estar ahí.

Coma de l´Orri - Puig Pastuira (2.686 m.) - Puig de la Creu Vermella (2.277 m.)

10 de Septiembre del 2011

Llegamos al inicio del itinerario a las diez. Estacionamos el coche en un pequeño replano en una curva muy cerrada.

El recorrido de subida no tiene pérdida, pues se ve en todo momento el Coll al cual tenemos que llegar.

Al principio vamos por el GR-11 pero en cinco minutos lo abandonamos para tomar un sendero que sale a la izquierda.

Cruzamos el río por una pasarela y encaramos la Coma, siempre con el río presente.

Hace un día de verano total y la ausencia de nubes es absoluta, lo que nos augura magníficas vistas.





Subimos por la coma casi durante dos horas, pero se hace bien.

Poco antes de culminar la subida encontramos la font Jaça, donde puedes abastecerte de agua, nosotros no lo hacemos porque llevamos bastantes reservas.

Cuando llegas arriba, encuentras de frente: el Pic del Infern, Bastiments y a la derecha el Gra de Fajol y su hermano pequeño; el Gra de Fajol Petit a los cuales hemos podido admirar desde su cara sur.

 Desde el Coll de la Coma de l´Orri, tomamos un sendero a la izquierda que al cabo de otra hora y en constante subida (aunque más suave que la de la Coma) llegamos a la cima del Puig Pastuira. Hay un enorme piolet con el que es casi obligatorio hacerse la foto.

  Desde aquí las vistas son increibles y como hace un día tan claro podemos disfrutar de ellas.

 Se ven el macizo del Canigó, el Costabona, Torreneules, Balandrau etc.,

También podemos observar la coma del Fresser con el refugio de la Coma de Vaca al fondo.



Seguimos caminando por la cuerda de la montaña hasta llegar al Puig de la Creu Vermella, también con excelentes vistas.

Paramos a comer aquí y después emprendemos el regreso. El camino de bajada es bastante confuso, no hay ni marcas ni hitos ni siquiera camino.

Procuramos no meternos en la espesura del bosque, hasta que se hace inevitable.

Este tramo fue el peor porque bajamos al lado de un arroyo y había mucha maleza la cual teníamos que ir sorteando.

Al fin encontramos un camino ancho que nos conduciría hasta el río Ter, junto a la carretera.
Después de refrescarnos un poco los pies, cogemos carretera arriba y en veinte minutos llegamos donde tenemos el coche.

Aunque parezca un tópico lo hemos pasado en grande.

                                                                                                       

El Salt de Robert y el Portell del Infern

2 de Marzo del 2011






Llegamos a la cova dels Ferrins, donde estacionamos el coche sobre las once.
Esto está justo al lado del pantano de Ulldecona, ya en la provincia de Castellón.

Empezamos a caminar por la pista, adentrándonos en el bosque y siempre perseguidos por el rumor cantarín del agua.













 


De frente observamos la retallada cresta dels cingles de Cribalos y más adelante la altiva silueta del Morral Desplegat.

Cuando llevamos andado unos treinta minutos hallamos a la derecha del camino la casa forestal de la Tenalla, donde hay un desvío que sube directo al Portell del Infern, pero nosotros seguimos recto.

Cuando se cumple una hora de recorrido aproximádamente llegamos al Salt de Robert, que es un sitio idílico, con una cascada de sesenta metros de altura y un precioso lago a los pies de ésta.


















Pudimos observar el arco iris en la catarata, fenómeno al que no estamos habituados y que nos maravilló.
Cuando llegamos salía una pareja y nos dijeron que el agua no estaba muy fría, pues el chico dijo haberse bañado. Solo faltó eso para activar mi instinto salvaje de bañarme en todos los ríos que veo.
Me acordé de su familia cuando me introduje en el pequeño lago, el agua estaba congelada.

Después del más que refrescante baño seguimos la ruta, ahora es mucho más pendiente, nada que ver con el tramo que habíamos hecho hasta el momento.

Al cabo de una hora de andar por pendiente acusada llegamos a Fredes, pueblo de cuatro casas en lo alto dels Ports.










Echamos un ligero vistazo y seguimos nuestro itinerario.

Al poco rato llegamos al Mas del Pixon, que está totalmente derruido, pero que desde la era tiene una magnífica panorámica.

Por esta zona estuvimos un buen rato buscando una cueva, hasta que al fín la encontramos es la Cova Fonda, que tiene una pequeña entrada pero dentro hay una sala de grandes dimensiones.

Poco más abajo comimos encaramados en unas rocas con unas vistas excelentes.

Después llegamos al Portell del Infern que nos dejó boquiabiertos con su gran cinglera de colores obscuros.

Encontramos una pequeña cueva que parecía un antiguo refugio militar de la guerra civil, pues había esculpido en la roca algo al respecto.


Seguimos ahora en constante descenso y por buen camino.

Pasamos por els Mangraners que son unas masías al pie de la pista de la Fou, la cual tomamos a la izquierda y llegamos donde tenemos el coche.

Ha hecho un día perfecto para andar por Els Ports y lo hemos disfrutado mucho