14 de Septiembre del 2013
Una vez en Saldes, pasamos por delante de la iglesia, la dejamos a la izquierda, continuamos hacia abajo hasta encontrar un cruce. Tomamos dirección al castillo.
Encontramos marcas de pintura blancas y verdes, las cuales seguimos.
En poco rato llegamos al castillo o lo que queda de él, pues está en ruinas.
En frente hay una pequeña ermita.
Desde aquí tenemos una buena vista del Pedraforca.
Hallamos un tramo que podría ser confuso, de no ser por las marcas, pero gracias a eso podemos seguir el camino.
Vamos caminando por un bosque precioso. Atravesamos varios torrentes.
Encontramos el desvío que sube al Mirador de Gresolet, lo obviamos.
Llegamos a una pista, tomamos a la izquierda y en pocos minutos estamos en el Santuario de Gresolet.
Hay una zona picnic, con mesas, bancos y barbacoas además de una fuente. Todo el lugar está lleno de vacas.
El acceso al Santuario estaba cerrado, por lo que tenemos que conformarnos en fotografiarlo por fuera. Debajo está el refugio.
Después de estar gozando un rato de este lugar tan placentero, seguimos la pista por el mismo camino, pero dejamos el sendero a la derecha y continuamos por la pista, acompañados por la riera.
Cuando llegamos a un pequeño puente no podemos desistir de quitarnos las botas y refrescarnos los pies. El agua estaba helada.
Continuamos por la pista hasta encontrar un sendero que nos dejará de nuevo en Saldes.
Este itinerario se puede decir que es apto para todo el mundo, no tiene ninguna dificultad. Idóneo para pasar una mañana en plena naturaleza, gozando de muy buenas vistas.