lunes, 10 de septiembre de 2012

Costabona desde Vallter


11-09-2010
Llegamos a la estación de esquí de Vallter 2000, poco antes de las once, después de aparcar cogemos por el camino que hay por detrás de la cafetería.


Andamos durante quince minutos, hasta llegar a una bifurcación, tomamos a la derecha siempre en constante subida


Hace un día muy claro y soleado y sin niebla, por lo que tenemos unas vistas excelentes de Bastiments y el Gra de Fajol.


En otros quince minutos llegamos al Plà de la Coma, magnífica extensión herbada, donde paramos a comer algo.


Ahora el camino es muy llano. Llegamos al Plà de la Coma Ermada y desde aquí seguimos por el plano sendero durante mas de dos kilómetros. Vemos algunos caballos, algunos de ellos ponis. Desde esta parte vemos el macizo del Canigó.


Pasamos por un lugar salpicado de unas curiosas rocas blancas. Llegamos a la Portella de Callau y desde aquí vemos la montaña del Costabona que tiene una forma muy cónica.


Antes decidimos subir al Roc Colom, que lo tenemos mas próximo, en la cumbre nos hacemos la foto con una senyera ( muy apropiado ya que hoy es la Diada de Catalunya ).


Desde aquí observamos el circo de Concrost a nuestros pies.

Seguimos por la cresta de la montaña hasta llegar al Coll de Pal, por donde pasa el meridiano cero.


Ahora emprendemos el ascenso a la cima del Costabona, se empieza a levantar niebla. En quince minutos alcanzamos la cumbre, que está coronada por un par de cruces.


Estamos escasos minutos porque la niebla cada vez es mas densa. Bajamos y vamos hacia la Portella de Callau por otro camino distinto al de la ida, por la parte de abajo.


Cuando llegamos a la Font del Tec, paramos a comer pero antes nos remojamos los pies en sus gélidas aguas.


Subimos a la Riba de Campmagre y desde aquí el camino es el mismo de la ida, solo tenemos que desandarlo.


Hemos vistos varios rebecos, corriendo alegremente por estas explanadas.
Llegamos a Vallter sobre las cinco.
Hemos pasado un día muy agradable y hemos tenido suerte que la niebla apareciera cuando habíamos alcanzado la cima.

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