Llegamos a la ermita de St. Antonio ( Ulldemolins ), casi a las once; al principio hacía sol pero pronto se nubló y estuvo así casi todo el día, pero al no hacer aire, no hacía demasiado frío.
Aparcamos frente a la ermita y tomamos el camino del congost de Fraguerau. Lo recorremos hasta pasar el desvío de la ermita de St. Bartomeu, la cual pasamos de largo puesto que ya la conocemos de otras ocasiones.
Tomamos un camino a la izquierda y es donde empieza verdaderamente la dificultat, la subida tiene bastante desnivel, suerte que va haciendo eses y no lo parece.
Cuando parecía que ya habíamos llegado encontramos la cresta dels Ventadors por la que tenemos que subir, eso si disfrutando de un magnífico espectáculo visual.
Tenemos que andar con cuidado, ya que si resbalas puede que no lo cuentes.
Cuando acaba la cresta pasamos al otro lado por entre dos rocas.
Ahora estamos en el lado del barranc dels Pélecs.
Vemos frente a nosotros la Roca Falconera de Baix y el Molló Alt entre otros
Pasamos por el turó dels Pins Carresers y decidimos subir para contemplar el paisaje desde allí, de paso aprovechamos para comer.
Retornamos al camino que va al Pí de la Carabasseta pero pronto encontramos el Grau del Llop por el que bajamos.
Se hace bastante dificultosa la bajada porque hay nieve y tenemos que ir con cuidado para no resbalar.
Este grau es bastante largo y empinado, pero esto le da un valor añadido a la ruta, pues la hace más divertida.
Una vez pasado el primer tramo el camino se hace menos peligroso, vamos bajando y llegamos a una especie de placeta totalmente cubierta de nieve y aprovechamos para hacer unas fotos, disfrutando como niños.
Sobre las cuatro regresamos a la ermita de St. Antonio.
La ruta nos a parecido mucho más divertida e interesante de lo que pensamos a priori.