1 de Mayo del 2014
Llegamos al bonito pueblo de Alquézar, sobre las 11:30 h. y pensamos que todavía tenemos tiempo de hacer alguna ruta que no sea demasiada larga, así que nos decidimos por la mas famosa, la de las pasarelas del río Vero.
El recorrido está perfectamente señalizado, comienza cerca de la plaza.
Enseguida se llega al barranco en el que hay varias pasarelas y escaleras para facilitar el descenso al río.
Ya abajo vamos primero a la izquierda donde se halla la Cueva de Picamartillo, por cierto llena de personal y es que hoy por lo visto está todo el mundo en Alquézar.
Luego nos descalzamos, cruzamos el río y nos comemos el bocadillo a la sombra y con los pies fresquitos.
Luego proseguimos el paseo por este bonito entorno, lleno de belleza.
El río es de color azul turquesa.
En algunos tramos las aguas bajan bravas.
Hemos visto un indicador para ir a un mirador, en el que pone que el camino es peligroso. Hemos subido, pero si es verdad que realmente no merece la pena el esfuerzo ya que luego supimos que está en el pueblo y que por lo tanto tiene mejor acceso desde él.
Pasamos por lo que parece una central eléctrica y enseguida dejamos el río y subimos por una cuesta, hasta llegar a una encrucijada. Vamos a la izquierda, dirección Asque.
Llegamos al Puente de Fuentebaños.
Volvemos al camino y enseguida vamos por un pequeño sendero al lado del río que nos deja en una magnífica cascada.
Regresamos a la pista y nos encaminamos a Alquézar y daremos un paseo por sus bonitas calles.
Bonito y fácil recorrido para toda la familia, en especial los niños disfrutan como locos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario